1ª ETAPA; CREACION DEL MUNDO
Según Hesíodo, tras la existencia del Caos, surgió Gea, la tierra. El origen de Gea es complejo y difuso pero parece ser que fue resultado de la unión entre el Tártaro, región espectral de las más hondas profundidades, y Eros, el amor, entendido como principio o fuerza vital y no como personificación de un dios. Este Eros no debe nunca ser confundido con el Eros hijo de Afrodita. Gea no era más que un inmenso lugar provisto de todo lo necesario para la morada eterna y segura de los seres vivientes. Poco después, de nuevo de la acción de Eros aparecieron Erebos, las tinieblas, que se disponían debajo de Gea en una amplia zona subterránea y Nix, la noche, quien, unida al recientemente aparecido Erebos provocó el nacimiento de Eter y Hemera, el día que representaron respectivamente la luz celeste y la terrestre. Cuando Gea recibió la luz, fue personificada, y puesto que no podía engendrar con Caos, una noche mientras dormía, de su seno apareció Urano, el cielo, de igual extensión a ella y con quien podría tener muchos más hijos. Y así fue como, un día, Urano, que contemplaba a su madre desde las más altas cumbres de las montañas, hizo caer sobre ella una lluvia fina de la que nacieron todas las plantas, todos los animales, todos los pájaros, y todos los mares y ríos, englobados bajo el nombre de titanes (Océano, Ceo, Crío, Hiperión y Cronos) y titánidas (Temis, Rea, Tetis, Tea, Mnemósine y Febe).
Según Hesíodo, tras la existencia del Caos, surgió Gea, la tierra. El origen de Gea es complejo y difuso pero parece ser que fue resultado de la unión entre el Tártaro, región espectral de las más hondas profundidades, y Eros, el amor, entendido como principio o fuerza vital y no como personificación de un dios. Este Eros no debe nunca ser confundido con el Eros hijo de Afrodita. Gea no era más que un inmenso lugar provisto de todo lo necesario para la morada eterna y segura de los seres vivientes. Poco después, de nuevo de la acción de Eros aparecieron Erebos, las tinieblas, que se disponían debajo de Gea en una amplia zona subterránea y Nix, la noche, quien, unida al recientemente aparecido Erebos provocó el nacimiento de Eter y Hemera, el día que representaron respectivamente la luz celeste y la terrestre. Cuando Gea recibió la luz, fue personificada, y puesto que no podía engendrar con Caos, una noche mientras dormía, de su seno apareció Urano, el cielo, de igual extensión a ella y con quien podría tener muchos más hijos. Y así fue como, un día, Urano, que contemplaba a su madre desde las más altas cumbres de las montañas, hizo caer sobre ella una lluvia fina de la que nacieron todas las plantas, todos los animales, todos los pájaros, y todos los mares y ríos, englobados bajo el nombre de titanes (Océano, Ceo, Crío, Hiperión y Cronos) y titánidas (Temis, Rea, Tetis, Tea, Mnemósine y Febe).
2ª ETAPA; PRIMERA DINASTIA DIVINA.
Sin embargo, Urano, avergonzado de los terribles monstruos que había creado según unas versiones, y temeroso de que le arrebataran el poder según otras, encerró a todos sus hijos en una horrible prisión del Tártaro, en lo más profundo de la propia Gea. Ésta que a pesar de la fealdad de sus hijos no deseaba verlos encerrados y harta de los excesos que Urano, ahora convertido en regidor del universo llevaba a cabo, produjo desde sus entrañas un mineral blancuzco (hierro) con el que liberó a sus hijos y les indicó que debían vengarse de su padre por los crímenes que éste había cometido.
3ª ETAPA; SEGUNDA DINASTIA DIVINA
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